1. Limpieza diaria

• Puestos de trabajo: desinfección de mesas, sillas, teclados y teléfonos.
• Papeleras: vaciado y sustitución de bolsas.
• Suelos: barrido y fregado de pasillos y áreas comunes.
• Baños: limpieza de sanitarios, espejos, grifos y reposición de consumibles.
• Recepción: orden y pulido de mostradores para causar una buena primera impresión.

2. Limpieza semanal

• Alfombras y moquetas: aspirado profundo para eliminar polvo y ácaros.
• Vidrios y ventanas: limpieza interior y exterior para máxima luminosidad.
• Electrodomésticos de cocina: microondas, neveras y cafeteras libres de restos.
• Áreas comunes: revisión y limpieza de salas de reuniones y comedores.

3. Limpieza mensual

• Aire acondicionado y ventilación: limpieza de filtros para mantener calidad del aire.
• Muebles y estanterías: limpieza en profundidad para evitar acumulación de polvo.
• Paredes y techos: eliminación de manchas o telarañas.

4. Limpieza trimestral o semestral

• Pulido de suelos: mantenimiento de mármol, parquet o superficies delicadas.
• Limpieza de tapicerías: sofás, sillas y sillones con productos adecuados.
• Revisión general: detectar áreas con desgaste o necesidades específicas.

Consejo profesional

La frecuencia y el nivel de limpieza dependerán del número de empleados, el tipo de actividad y el tránsito de clientes. Por eso recomendamos contar con un equipo profesional de limpieza que personalice el plan según las características de tu oficina.

Conclusión

Un checklist de limpieza bien estructurado asegura orden, higiene y productividad en tu empresa. En Óscar Palaunet ofrecemos servicios de limpieza personalizados para oficinas de cualquier tamaño. Contáctanos y solicita tu cotización gratuita para mantener tu espacio impecable cada día.